Dime Alina, ¿que mala estampa
hierve en tu sangre hebrea?
De la aljama sales cantando
con un puño de arena
Vagas sin mirar atrás
no habrá nadie que prenda la lumbre en tu hogar
Sigue el signo de azar
de la luna sefardita
Donde están las llaves de España,
¿quien abrirá sus puertas?
‘Estas canciones se inspiran en Toledo y en el viaje de los Sefardíes. Recorren caminos,
paisajes y lenguas que siguen la estela de un viaje que quizás nunca encontró destino: el de
destierro y no retorno de los Sefardíes, que como muchos otros pueblos emprendieron en su
afán de mantener su identidad. Su voz siguió cantando, fiel e inquebrantable al paso del
tiempo.
Un gran viaje es espejo de lo que somos. Nos obliga a desprendernos de capas, a tomar
conciencia de nosotros mismos, a descubrir nuestra esencia. Nos permite escuchar la voz
antigua y poderosa que desde tiempos ancestrales resuena dentro de nosotros. La cantiga del
fuego es la voz que siempre ha estado dentro y que nos conduce a ser lo que somos'.
Ana Alcaide