Para Pärt es algo más que un método compositivo, "es la región que recorro en busca de respuestas (en mi vida, en mi música, en mi trabajo) [...] Estoy ahí sólo con el silencio. He descubierto que me basta que una sola nota sea tocada con belleza. Esta nota, o este tiempo de silencio, me reconforta. Trabajo con muy pocos elementos: con el acorde perfecto, con una tonalidad específica. Las tres notas del acorde perfecto suenan como campanas. Y por eso lo llamo tintinabulación".
Fue exiliado por el régimen soviético, que consideró una amenaza su espiritualidad y su innovación compositiva. Regresó a Estonia en 2010.
El estreno de Tabula rasa volvió a ser un acontecimiento, esta vez en Tallin, que le abrió las puertas a un amplio reconocimiento internacional. Su creciente influencia y acogida por el público, su voz artística altamente individual y su religiosidad fueron vistos por el régimen soviético como una amenaza. Los intentos de injerencia del régimen llevaron a Pärt a expresar públicamente su desacuerdo. Fue detenido en el aeropuerto de Moscú por disidente, los medios comenzaron a tildarle de “traidor a la patria” y, finalmente, las autoridades soviéticas le recomendaron salir de Estonia.
Se exilió con su familia en enero de 1980, primero a Viena y posteriormente a Berlín, donde vivió durante casi treinta años, mientras en Estonia se prohibían las interpretaciones en directo de sus obras.
Estonia recuperó su independencia en 1991, y Pärt restauró su relación con el país, tanto personal como artísticamente. Su música se volvió a interpretar con regularidad y los lugares en los que vivió en su juventud le ofrecen habitualmente homenajes el día de su cumpleaños. En 2010, Pärt regresó definitivamente a Estonia, donde vive desde entonces.
Spiegel im Spiegel (1978) El título, Espejo en el espejo, refiere a un espejo infinito, la repetición intermimable que podemos apreciar en la estructura de la pieza. Este año, se estrenará The Lost Paradise, un documental sobre el compositor.