Cuida tu palabra,
cuídala.
Como una ofrenda:
un don, dijiste,
yo no lo sabía;
mantenla firme y libre
en tus manos.
Luego del viento y la tempestad,
luego del odio,
la oscuridad;
dale paz,
dale sola verdad.
dale sola verdad.
Desata su tiempo silencioso,
deja volar sobre tus pensamientos libres
esa única canción
que susurra en tus oídos.
Nos sostiene,
no tenemos otra cosa.
Sfigueroa
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