A Caro
Nos escribíamos de puente a puente,
un océano de distancia nos ubica en otra orilla
del que somos parte, como un grano de arena.
Las aguas mecen el tiempo,
algunos grillos regalan melodías a la noche.
Nosotros los lejanos
escribimos poemas de amor al amor
y no nos reconocemos.
Pero cuando estiras tu mano
y abrazas al fin una palabra,
la deslizas frágilmente por el puente,
algo de ti retrae el mundo.
Como una red de pescadores
asimos al portal de la tierra,
nos cobija su angostura literal
Somos los extranjeros de la ciudad,
ermitaños de cielo abierto.
Sandra Figueroa
24/12/22
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