La encontré en la tarde
caminando por estados unidos y rincón,
ella no sabía;
la guardé en un bolsillo
y la lleve al taller;
entintamos de negro,
prensa, matriz
(esa palabra
diosmío;
dame palabras
que desconozca,
dame palabras nuevas
que ni sepa nombrarlas)
Ella no sabía su destino,
entre las hojas de la calle,
yo la elegí,
no sabía
que sería eternizada
en una hoja en blanco.
su savia,
sus nervaduras vegetales
sus delicados bordes
junto a un poema
de Y. Seferis;
Sf
12/5/23
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