La nada que soy mira.
Se sorprende de encontrarse
en la nómina telefónica,
en el mar azul de face,
una tarjeta de compras,
o en el borde superior
de la solapa de un libro
escrito con retazos de viento,
ramas de árboles
y orillas de río.
Ellos también
se encuentran sorprendidos
de hallarse siendo objetos
manipulables, inextinguibles.
Inscriptos,
como las cosas que suceden
y para que sucedan.
Registrables. Fungibles
¿Consumibles?
Es que si no las recoges
por milésima parte en las pestañas,
con la energía frugal del entretiempo,
si no las miras,
las tomas en tus manos,
las alimentas
y transcribes sobre un papel en blanco
del infinito registro corregidor,
ellas han de perderse
de este mundo para siempre.
A cambio,
te verás correr inocente
sobre los bordes empapelados,
entre absurdas rutas
de índices y catálogos.
En la solapa de
tu pañuelo blanco
vi que habías
bordado un poema sobre lo irreversible:
un océano que nos
distancia y nos acerca.
Lo llevo como
amuleto
por si fallan las páginas del libro.
por si fallan las páginas del libro.
Sandra Figueroa
Virginia Ferrando |
Raflum - 林泉吟/Melodies Of Forest And Springs
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