Saul Garcia
venía la palabra.
Pero tampoco la palabra,
sino su sombra,
su musical silencio.
Entonces abrir la puerta
se parece al contorno,
el contorno se parece al centro.
Hasta allí entrábamos,
en puntas de pie, oyendo
inconsolables canciones del pasado.
Nosotros, serenos y de frente,
con la sangre, con el pensamiento,
con los ojos, con la materia de las palabras,
hilando, como si fuera un sueño,
en qué tendal, en qué mixtura del poema
debíamos operar
con el sabio bisturí del amor.
Sandra Figueroa
💗
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