11 may 2022
Hey Hey Rise Up - Traducción (Español) - Pink Floyd
29 abr 2022
La gente muere con poemas como estos en los labios
"Solo verdaderas manos escriben verdaderos poemas. No veo ninguna diferencia entre un apretón de manos y un poema" Paul Celan
https://russianlife.com/stories/online/loving-the-homeland-and-leaving-it-too/
18 abr 2022
Sonia Wieder -Kaddish
«¡Ya basta, ya basta, humanos!… Parad… Recapacitad. ¿Qué estáis haciendo?»"
León Tolstói
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14 abr 2022
noticias: de música y guerra...
La policía disolvió anoche un concierto en Moscú del pianista ruso Alexei Lubimov y la soprano rusa Yana Ivanilova.
La actuación, titulada 'Canciones contra los tiempos', contó con obras de Franz Schubert y el compositor ucraniano Valentin Silvestrov. La policía llegó al centro cultural de Moscú, DK Rassvet, para disolver el concierto. Casi todos los miembros de la audiencia sacaron sus teléfonos para registrar la situación que se desarrollaba cuando la policía entró en la sala. Los policías subieron al escenario para pararse junto a Luminov mientras tocaba el piano y le dijeron que se detuviera. Sin embargo, Lubimov, que estaba tocando los últimos compases del Impromptu No.2 Op.90 de Schubert , desafió los deseos de las autoridades y siguió tocando. Mientras tocaba los acordes finales, el pianista de 77 años recibió fuertes vítores y una ovación de pie de la multitud, que se había quedado sentada mientras la policía intentaba sacarlos antes del final de la actuación del músico.
Here’s another angle. https://t.co/YjAuDNuYpB pic.twitter.com/aq0Rc9iY1b
— Kevin Rothrock (@KevinRothrock) April 13, 2022
Tchaikovsky’s house destroyed by Russian army in north-east Ukraine
Trostyanets es una ciudad en el noreste de Ucrania, que una vez fue anfitriona del compositor ruso, Pyotr Ilyich Tchaikovsky .A los 24 años, el famoso compositor romántico del siglo XIX se alojó en una villa en la ciudad de Trostyanets, entonces parte del Imperio Ruso. Fue aquí donde compuso su primera obra sinfónica: la obertura 'La tormenta' (1864).La villa, como el resto de Trostyanets, ahora está en ruinas tras la captura de la ciudad el 1 de marzo de 2022 durante la invasión rusa de Ucrania.
Después de un mes de ocupación, en el que, según los informes, las granadas de mano rusas mataron a civiles, las fuerzas ucranianas usaron fuertes bombardeos para recuperar el control de Trostyanets.
https://www.classicfm.com/composers/tchaikovsky/trostyanets-destroyed-russian-army-ukraine/
12 abr 2022
26 mar 2022
UCRANIA

Una vez más la muerte.
Una vez más el espanto
se ha aliado a las patrullas,
a las sirenas, a la guerra.
con voces que siembran el terror,
la pesadilla, el llanto; la fugitiva
sombra de lo atroz, el rumor penetrante.
el dolor o la mirada. Sólo oquedad.
en la agonía y el pánico.
Entonces retumban los disparos,
la orfandad, otro siglo con odio.
Una vez más el animal acosado.
Buenos Aires, 27 de febrero de 2022
Alejandro Drewes
16 mar 2022
... un crimen contra la paz. Carlos Penelas
Hoy Putin, el líder autócrata, bombardea sin piedad Ucrania. Es un crimen contra la paz. Hay admiración en muchos por la autoridad férrea, el control de los medios y las redes sociales. Aquí y allá. La demencia, lo ideológico, lo económico, lo racial forma parte del poder. La permisividad de este gobierno justifica la invasión rusa como suele justificar los delirios cotidianos. Permanentemente se invierte el espejo: lo vemos con Cuba, Venezuela, China y en tantas republiquetas bananeras con camellos y moros. Y el turista subnormal disfruta de palacetes, hoteles y natatorios. Descubre lo exótico y se siente realizado. Selfie y a la cama. El deporte también está impregnado de falsedades y pantanos.
Frente a esta consternación anida (sin pudor) la hipocresía, la corrupción, los mercados opresores, cierta suerte de libertinaje en la cual droga, mafias, funcionarios y muchedumbre juegan al gallito ciego. Es parte de la historia, de las sociedades, se me dirá. De acuerdo. Hoy regresamos con un artículo publicado hace años donde anticipamos algo de este maremoto. Sabemos de sobra que hay seres que adoran dictadores; los idolatran. Lo peor siempre abreva en estas aguas. Y no les importa inquisiciones, campos de concentración o torturas. Son seres humanos: votan, comen, se duchan, cobran planes sociales o hablan por televisión como si supieran. Forman la chusma, en donde habitan profesionales, crupieres, malabaristas, jugadores de ludo, empleados, señores y señoras, estudiantes progres y jubilados. A veces mayoría. Intente escuchar luego a Sonia Wieder Atherton. Puede ser las Suites para violoncelo de Johann Sebastian Bach o Kaddish-Chants Juifs que la poeta Sandra Figueroa me hizo conocer. Ahí va la nota de hace dos o tres años:
https://palabrabierta.com/resiliencia-y-estulticia/
12 mar 2022
Invierno - Paul Celan - Anselm Kiefer.
Desde aquí mis lágrimas te llegarán en vano.
Una muda y orgullosa mirada es todo mi consuelo…
Nos estamos muriendo: ¿por qué no se duermen, [barracas?
¿Son acaso aquellos, los que se congelan en baches
[ahogados de escoria,
cuyos brazos son como candeleros, cuyos corazones
[como banderas?
¿sanarán suavemente los días, o cortarán profundo?
Entre mis estrellas ahora vagan
las rotas cuerdas de un arpa estridente y discordante…
Aunque a veces surge de ella como las rosas una
[entonada hora
que decae: una sola vez. Sólo una vez, de nuevo…
¿Qué pasaría, madre, si herido o despierto,
yo también me hundiese en las nieves de Ucrania?
24 mar 2021
Ir a Lwów
a Lwów, si no en un sueño, al alba,
cuando el rocío brilla sobre una maleta,
cuando trenes expresos y trenes bala están naciendo.
Salir de prisa para Lwów, noche y día, en setiembre o en marzo.
Pero sólo si Lwów existe, si es posible encontrarla
dentro de las fronteras y no solo en mi nuevo pasaporte,
si lanzas de árboles -de álamos y fresnos-
respiran fuerte como indios y si las corrientes
balbucean sus oscuros esperantos
y las culebras como signos suaves en lengua rusa
desaparecen en los matorrales.
Hacer la maleta y partir,
abandonar el lugar sin dejar huella,
a mediodía, desaparecer como muchachas desvaneciéndose.
Y cardos, verdes ejércitos de cardos y abajo,
debajo del toldo de un café veneciano,
los gusanos conversan sobre la eternidad.
Pero la catedral se erige, recuerdas, tan derecha,
tan derecha como el domingo
y servilletas blancas y un balde lleno de frambuesas sobre el suelo
y mi deseo que todavía no había nacido,
sólo jardines y malezas y el ámbar de las gemas de la reina Ana
y Fredro, el indecente. Siempre había demasiado de Lwów,
nadie podía abarcar sus barrios, oír el murmullo
de cada piedra abrasada por el sol,
de noche el silencio de la iglesia ortodoxa
no era como el de la catedral,
los jesuitas bautizaban plantas, hoja por hoja,
pero ellas crecían crecían tan insensatamente
y la alegría rondaba por todas partes,
en vestíbulos y en molinillos de café revolviéndose,
en teteras azules, en almidón, que fue el primer formalista,
en gotas de lluvia y en las espinas de las rosas.
Flores congeladas de forsitia amarilleaban junto a la ventana.
Las campanas repicaban y el aire vibraba,
los tocados de las monjas navegaban como goletas cerca del teatro,
había tanta gente que tenían que hacer bis una y otra vez,
la audiencia se ponía frenética
y no quería desocupar la sala.
Mis tías no podían haber sabido aún que yo las resucitaría
y vivían tan confiadas; tan para sí;
los sirvientes, limpios y almidonados,
corrían a buscar crema fresca,
dentro de las casas cierto enojo y gran expectativa,
Brzozowski venía de visita como conferenciante,
uno de mis tíos seguía escribiendo un poema titulado Por qué
dedicado al Todopoderoso
y había demasiado de Lwów,
rebosaba el recipiente, rompía cristales,
desbordaba cada estanque, cada lago,
humeaba a través de todas las chimeneas,
se volvía fuego, tormenta,
se reía con el relámpago, se tornaba dócil,
volvía a casa, leía el Nuevo Testamento,
dormía en un sofá al lado de la alfombra de los Cárpatos,
había demasiado de Lwów y ahora no hay nada,
crece implacablemente y las tijeras la cortan,
jardineros fríos como siempre en mayo,
sin piedad, sin amor, ah,
esperan hasta que el cálido junio venga
con helechos arborescentes,
ilimitados campos de verano, es decir, la realidad.
Pero las tijeras la cortaban,
a lo largo de la línea y a través de la fibra,
sastres, jardineros, censores cortaban
el cuerpo y las coronas, las podadoras operaban
diligentemente, como hacen los niños para recortar figuras,
a lo largo de la línea punteada de un corzo o un cisne.
Tijeras, cortaplumas y filos de navaja raspaban,
cortaban y acortaban la vestimenta voluptuosa de los prelados,
de las plazas y de las casas y los árboles caían silenciosamente,
como en una jungla y la catedral temblaba,
la gente decía adiós sin pañuelos, sin lágrimas,
con la boca tan reseca, no te veré nunca más,
tanta muerte te aguarda, por qué deben todas las ciudades
volverse Jerusalén y todos los hombres judíos y ahora a toda prisa,
precisamente hacer la maleta, siempre, cada día
e irse sin aliento, ir a Lwów, después de todo existe,
quieta y pura como un melocotón. Está en todas partes.