Mostrando las entradas con la etiqueta Ingeborg Bachmann. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Ingeborg Bachmann. Mostrar todas las entradas
1 feb 2020
El tiempo postergado
Vienen días más duros.
El tiempo postergado hasta nuevo aviso
asoma por el horizonte.
Pronto tendrás que atarte los zapatos
y correr los perros de vuelta a las granjas marismeñas.
Pues las vísceras de los peces
se han enfriado al viento.
Arde pobre la luz de los altramuces.
Tu mirada rastrea la niebla:
el tiempo postergado hasta nuevo aviso
asoma por el horizonte.
Allí se te hunde la amada en la arena,
sube por su cabello ondeante,
le quita la palabra,
le ordena callarse,
le parece mortal
y dispuesta a la despedida
tras cada abrazo.
No mires hacia atrás.
Átate los zapatos.
Corre los perros de vuelta.
Tira los peces al mar.
¡Apaga los altramuces!
Vienen días más duros.
Ingeborg Bachmann
8 dic 2019
Ingeborg Bachmann: Una forma de arder en el lenguaje.
de Javier Galarza.
Quizás alguna vez me pueda reconocer
en una paloma, en una piedra rodante...
¡Solo falta una palabra! Como debo llamarme
sin existir en otro idioma
I.B.
Ingeborg Bachmann (1926—1973) sitúa el fin de su niñez el día en que presenció la entrada de las tropas de Hitler en Klagenfurt.
La historia enseña pero no tiene alumnos— escribirá.
Intima de Anna Ajmatova y Paul Celan (con quien compartió el grupo del 47, referente inevitable para quien escriba poesía después de las atrocidades del siglo XX), lectora crítica de los filósofos Martin Heidegger y Ludwig Wittgenstein, la poesía de I. B indaga al lenguaje desde los límites mismos del lenguaje. Como si al confesionalismo simbólico de Sylvia Plath uniera la indagación política (en verdad presente también en la obra de Plath), humana y filosófica.

Bachmann nació en Austria ( acuden palabras para todos. Pero este idioma no lo entiendo. // He visto el país de la niebla / He comido el corazón de niebla) y murió en Roma, según se dice por haberse dormido con uno de sus sesenta Gitanes diarios encendidos.
Creo realmente en algo a lo que llamo ‘vendrá un día’. Y un día eso vendrá. Sí, es probable que no venga... y sin embargo, creo en ello. Si no pudiera creer más, tampoco podría escribir más
Indagar al lenguaje y sus (im)posibilidades fue uno de las tónicas del siglo XX. Queda pendiente la pregunta que popularizó la frase de Theodor Adorno.
Cómo se escribirá después de Awschitz o después del Proceso Militar. Después de los totalitarismos que asolaron el siglo XX, tal vez último espacio para las vanguardias.
El nuevo siglo ha nacido y aún persiste la pregunta.
Los últimos días de Ingeborg Bachman no fueron precisamente plácidos. Drogas (del Seconal al Nembutal), cierta popularidad extraña en un escritor de sus características, que en verdad no la ayudó demasiado, desengaños (no te he perdido a ti sino al mundo) y creatividad.
Luego del éxito de sus libros, entre los que se destaca Invocación a la Osa Mayor, Ingeborg Bachmann renunció a la poesía. Estos versos, dedicados a su íntima Anna Ajmátova, algo nos dicen:
Hacer sostenible una única frase
aguantar el ding dong de las palabras.
Nadie escriba esta frase que no la firme.
Y algo dicen también estos versos escritos para su venerada Nelly Sachs:
No aclara.
La palabra
sólo arrastrará
otras palabras,
la frase otras frases.
El mundo así quiere,
definitivamente,
imponerse,
quiere estar dicho ya.
No las digáis.
Y en un reportaje añade la siguiente declaración:
Sigo sabiendo poco de poemas, pero entre lo poco, está la sospecha. Sospecha de ti lo suficiente, sospecha de las palabras, de la lengua, me he dicho muchas veces, ahonda esta sospecha —para que un día quizás, pueda originarse algo nuevo— o que no se origine nada más.
Ese es el aún no de Bachmann que nos interpela en tanto escritores. Transcribimos el poema de su renuncia a la poesía, escrito no mucho antes de la fecha de su muerte.
NADA DE DELIKATESSEN
Ya nada me gusta.
¿Debo
ataviar una metáfora
con una flor de almendro?
¿crucificar la sintaxis
como un efecto de luz?
¿Quién se romperá la cabeza
con cosas tan superfluas—?
He aprendido a ser sensata
con las palabras que hay
(para la clase más baja)
hambre
deshonra
lágrimas
y
tinieblas.
Con los sollozos no depurados,
con la desesperación
(y desespero de desesperación)
por tanta miseria,
por el estado de los enfermos, el coste de la vida,
me las arreglaré.
No descuido la escritura,
sino a mí misma
Los otros lo saben,
dios lo sabe
qué hacer con las palabras.
Yo no soy mi asistente.
¿Debo
aprisionar un pensamiento
llevarlo a la iluminada celda de una frase?
¿Alimentar oídos y ojos
con bocados de palabras de primera?
¿Investigar la libido de una vocal,
averiguar el valor de amateur de nuestras consonantes?
¿Tengo que,
con la cabeza apedreada,
con el espasmo de escribir en esta mano
bajo la presión de trescientas noches
romper el papel,
barrer las urdidas óperas de palabras,
destruyendo así: yo tú y él ella lo
nosotros vosotros?
(Que sea. Que sean los otros.)
Mi parte, que se pierda.
Ingeborg Bachmann,
ULTIMOS POEMAS.
http://javiergalarzants.blogspot.com/2009/10/ingeborg-bachmann-una-forma-de-arder-en.html
23 nov 2019
Erklär mir, Liebe - INGEBORG BACHMANN
Dein Hut lüftet sich leis, schwebt im Wind,
dein unbedeckter Kopf hat’s Wolken angetan,
dein Herz hat anderswo zu tun,
dein Mund verleibt sich neue Sprachen ein,
das Zittergras im Land nimmt überhand,
Sternblumen bläst der Sommer an und aus,
von Flocken blind erhebst du dein Gesicht,
du lachst und weinst und gehst an dir zugrund,
was soll dir noch geschehen –
Erklär mir, Liebe!
Der Pfau, in feierlichem Staunen, schlägt sein Rad,
die Taube schlägt den Federkragen hoch,
vom Gurren überfüllt, dehnt sich die Luft,
der Entrich schreit, vom wilden Honig nimmt
das ganze Land, auch im gesetzten Park
hat jedes Beet ein goldner Staub umsäumt.
Der Fisch errötet, überholt den Schwarm
und stürzt durch Grotten ins Korallenbett.
Zur Silbersandmusik tanzt scheu der Skorpion.
Der Käfer riecht die Herrlichste von weit;
hätt ich nur seinen Sinn, ich fühlte auch,
daß Flügel unter ihrem Panzer schimmern,
und nähm den Weg zum fernen Erdbeerstrauch!
Erklär mir, Liebe!
Wasser weiß zu reden,
die Welle nimmt die Welle an der Hand,
im Weinberg schwillt die Traube, springt und fällt.
So arglos tritt die Schnecke aus dem Haus!
Ein Stein weiß einen andern zu erweichen!
Erklär mir, Liebe, was ich nicht erklären kann:
sollt ich die kurze schauerliche Zeit
nur mit Gedanken Umgang haben und allein
nichts Liebes kennen und nichts Liebes tun?
Muß einer denken? Wird er nicht vermißt?
Du sagst: es zählt ein andrer Geist auf ihn ...
Erklär mir nichts. Ich seh den Salamander
durch jedes Feuer gehen.
Kein Schauer jagt ihn, und es schmerzt ihn nichts.
Ingeborg Bachmann
28 sept 2019
Paul Celan- Ingeborg Bachmann : los soñados..
fragmentos de Tiempos del corazón,
Paul Celan e Ingeborg Bachmann
"Tiempo del corazón, los
soñados representan
la cifra de medianoche".
*...de si es posible hablar de poesía, y sobre todo la desconfianza que manifiesta Celan respecto de que la "poética" pueda ayudar a la poesía: ... "Antes de que llegara tu carta me enteré por el diario de tu convocatoria" a Fráncfort a la universidad: ¡Mis más sinceras felicitaciones! (Pero, entre nosotros: ¿Realmente es algo que se puede enseñar? ¿Se debe? "¡Camarada, esto no es un libro, quien toca esto toca un ser humano!" Me temo que los apéndices del alma, que llegan hasta la punta de los dedos, han sido extirpados hace rato en la mayoría, en nombre de las human relations, dicho sea de paso ... " (P. Celan, carta de julio de 1959).
***
*Veo con mucho miedo que te alejas a la deriva por un gran mar, pero yo voy a construirme un barco y a recogerte del desamparo. Sólo que tú también tienes que aportar algo y no hacérmelo demasiado difícil" (l. Bachmann, carta de noviembre de 1949).
"Para mediados de agosto quiero estar en París, un par de días solamente. No me preguntes por qué, para qué, pero quiero que estés para mí, una noche o dos, tres. Llévame al Sena, vamos a mirar y mirar bien adentro hasta que nos hayamos vuelto pececitos y nos reconozcamos". l. Bachmann
***
* "La definición de amor", un poema de Andrew Marvell que Celan le envía a Ingeborg,:
Los amores oblicuos pueden,
Como líneas, tocarse en ángulo;
Mas los nuestros, tan paralelos,
Aunque infinitos, no se encuentran.
Así el amor que nos enlaza,
Y que envidioso el sino excluye,
Es conjunción del pensamiento,
Oposición de las estrellas.

* Mi vida está acabada porque él se ha ahogado en el río durante el transporte, él era mi vida. Lo amaba más que a mi propia·vida"," escribe ella en su novela Malina, publicada un año despues de la muerte de P. Celán.
***
XV
El amor tiene un triunfo y la muerte tiene otro,
el tiempo y el tiempo de después.
Nosotros no tenemos ninguno.
A nuestro alrededor sólo hundirse de astros. Destellos y silencio.
Mas la canción por encima del polvo después
va a superarnos.
Ingeborg Bachmann de "Invocación a la Osa Mayor"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)