XIX
Son distintos, ahora no esperan en fila ni se pelean por ver
quién llega primero. Ahora me preguntan cómo estoy, qué me
dejó la tarde. Quieren florecer. Es un instante; algo parecido a
un sueño, una eternidad robada a los sauces. Sólo así se abren
los silencios, en la memoria .
XIII
Se aprende, en el pueblito, a caminar despacio. Se aprende a
hablar con las estrellas, con los muertos. Escucha, cierra los
ojos. Es la piedra que puse entre tus manos.
Jorge Curinao
Bello relato
ResponderBorrarGracias luisa, muy bella la escritura del Poeta Jorge Curinao. Saludos
BorrarBuena poética.
ResponderBorrarHermosa poesía . Un abrazo para Jorge.
ResponderBorrarGracias Ana Elisa, PerrA que Larre !
ResponderBorrarLos vuelvo a leer y cada historia se renueva cálidamente, ante mis ojos. Gracias por ello.
ResponderBorrarMuy bello!!!
ResponderBorrarSon hermosos los poemas de Jorge.. para seguir publicando..
ResponderBorrarGracias Cristina, gracias Carolina !
Increíbé. Ojalá me publiquen algún día...
ResponderBorrarGracias por compartir tan bella y sentida poesía, y tan precisa, además.
ResponderBorrarUn saludo y a seguir compartiendo
SEG
Gracias Sandra por pasar por aquí y dejar tus palabras. Comparto tu admiración por la poesía de Jorge.
ResponderBorrarSaludos!
Gracias por compartir, una maravilla, admiro al poeta Jorge Curinao.
ResponderBorrarEs muy buena la poesía de Jorge, gracias Olga por tus palabras.
BorrarMe encantó. Muy lindo Jorge, simplemente hemosa
ResponderBorrarBellísimos poemas en su simpleza y profundidad
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