31 oct 2019
En mis rodillas
En mis rodillas mutiladas
se erguía mi padre,
sobreponiéndose a la muerte se erguía
allí,
Mijailovka y
el jardín de cerezos se erguían a su alrededor,
yo sabía, dijo,
que volvería así.
Paul Celán
fotografia
Sandra Figueroa
27 oct 2019
Geoffrey Oryema
Leavin Town
Land Of Anaka
Geoffrey Oryema & Peter Gabriel
Show me the way
Take me to a plcae
Where I can see the light
26 oct 2019
COPOS NEGROS
Nieve ha caído, sin luz. Una luna
hace ya o dos que el otoño bajo el hábito de monje
mensaje me trajo también a mí, una hoja de las laderas ucranianas:
«Piensa que también es invierno aquí por milésima vez ahora
en la tierra donde la más ancha corriente fluye:
la sangre celestial de Jacob, bendita por hachas...
Oh hielo de arrebol no terrenal - vadea su Hetmán con todo
el séquito en los soles lejanos... niño, ay un paño,
para envolverme dentro cuando destellen los yelmos,
cuando
el témpano, el rosado estalle, cuando nevoso espolvoree el esqueleto
de tu padre, bajo los cascos se destroce
el canto de los cedros....
Un paño, un pañito sólo, chico, que yo guardo
ahora cuando aprendes a llorar a mi lado
la angostura del mundo que nunca verdea, niño mío, para tu niña».
Me sangró, madre, el otoño, me quemó la nieve:
busqué mi corazón para que llore, encontré el aliento, ay, del verano,
era como tú.
Se me vino la lágrima. Tejí el pañuelo.
Paul Celán
once años de poesía..
Se aprende, en el pueblito,
a caminar despacio. Se aprende a hablar con las estrellas,
con los muertos.
Escucha, cierra los ojos.
Es la piedra que puse entre tus manos.
Jorge Curinao
felicitaciones poeta
http://jorgecurinao.blogspot.com/
LA PALABRA DEL IR-A-LO-PROFUNDO
la palabra que leimos.
Los años, las palabras desde entonces.
Todavía somos nosotros.
Sabes, el espacio es infinito,
sabes, no necesitas volar,
sabes, lo que en tus ojos se escribió,
nos profundiza lo profundo.
Paul Celán
16 oct 2019
Conversacion en la montaña- Paul Celán
Fragmento
...He yacido en la piedra, en aquel entonces, tú sabes, en las baldosas de piedra; y junto a mi yacían ellos, los otros, que eran como yo, los otros, que eran distintos y exactamente como yo, los hijos de hermanos; y allí yacían y dormían, dormían y no dormían, y soñaban y no soñaban y ellos no me amaban y yo no los amaba, pues yo era uno, y quién quiere amar a Uno, y ellos eran muchos, muchos más que los que yacían alrededor de mí, y quién pretende poder amar a todos, y, yo no te lo niego, yo no los amaba, a ellos, los que no podían amarme, yo amé la vela que allí ardía, en el rincón a la izquierda, la amaba porque ardía en derredor, no porque ella ardiera en derredor, pues ella era su vela, la vela que él, el padre de nuestras madres, había encendido, pues aquella tarde empezaba el día, un día, exacto, un día que era el séptimo, el séptimo al que debiera seguir el primero, el séptimo y no el último, yo amaba, no a ella, yo amaba su extinguirse, y sabes, no he amado nada más desde entonces; nada, no; o quizás lo que se extinguió como aquella vela en aquel día, el séptimo y no él último; no el último, no, pues aquí estoy, en este camino del que dicen que es hermoso, pues aquí estoy; junto al martagón y junto a la radicheta, y cien pasos más allá, ahí enfrente, hacia donde puedo ir, ahí trepa el alerce hacia el cembro y yo lo veo y no lo veo, y mi bastón, él ha hablado, ha hablado a la piedra, y mi bastón calla y hace silencio ahora, y la piedra, dices, puede hablar y en mi ojo cuelga el velo, el móvil, cuelgan los velos, los móviles, tú has levantado uno y ya cuelga el segundo, y la estrella -pues ya está ahora sobre la montaña- si quiere entrar deberá celebrar nupcias y ya no será lo que era sino mitad velo y mitad estrella, y yo sé, yo sé, hijo de hermano, yo sé, yo te he encontrado aquí, y hemos conversado, mucho, y los pliegues de allá, tú sabes, no es para los hombres que están ahí, y no para nosotros, que íbamos y nos encontramos, nosotros, aquí bajo la estrella, nosotros, los judíos, que veníamos como Lenz, por la montaña, tú Gross y yo Klein, tú el hablador, y yo, el hablador, nosotros con los bastones, nosotros con nuestros nombres, los impronunciables, nosotros con nuestra sombra, la propia y la ajena, tú aquí y yo aquí: -yo aquí, yo; yo, que puedo decírtelo todo, que podría habértelo dicho; que no te lo dice y no te lo ha dicho; yo con el martagón, yo con la radicheta, yo con la extinta; la vela, yo con el día, yo con los días, yo aquí y allá, yo, quizás acompañado ¡ahora!- del amor de los no amados, yo en camino hacia mí, arriba.
Paul Celán
Agosto, 1959.
Traducción: Susana Romano-Sued
Gracias Javier..
13 oct 2019
Aziza Brahim - Mani
"...Personas sin más recursos que la palabra, la voz y la piel de sus manos y sus tambores. Sin otra intención que la de convertir la angustia en canciones, transformar la situación mediante la música, mediante la imaginación, aunque solo sea apenas un momento..."
Aziza Brahim
https://www.diariocritico.com/noticia/495102/musica/aziza-brahim-el-activismo-saharaui-hecho-excelente-musica-de-nivel-internacional.html
12 oct 2019
La madre. Carlos Penelas- Rocio Danussi
Ay hijos, cómo decir
la irradiación del cielo
cómo explicar
la lluvia, el fluido y la paz
de ese mediodía....
de ese mediodía....
Rocío Danussi lee el poema "La madre", del libro "Ofrenda de la luz", de Carlos Penelas en el acto en que el autor recibió el diploma como Vecino Distinguido de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
6 oct 2019
Una mirada
Una mirada. 1995. Óleo sobre lienzo. Autora: Loli Iñiguez |
Más importante que la ciencia es su resultado,
una respuesta provoca cien preguntas.
Más importante que la poesía es su resultado,
un poema evoca cien actos heroicos.
Más importante que el reconocimiento es su resultado,
el resultado es dolor y culpa.
Más importante que la procreación es el hijo.
Más importante que la evolución de la creación es la
evolución del creador.
En el lugar de lo imperativo está el emperador.
En el lugar de lo creativo está el creador.
Un encuentro de dos: ojo a ojo, cara a cara.
Y cuando estés cerca arrancaré tus ojos
y los colocaré en el lugar de los míos.
y tu arrancarás mis ojos
y los colocarás en el lugar de los tuyos,
entonces te miraré con tus ojos
y tú me mirarás con los míos.
Así hasta la cosa común sirve al silencio y
nuestro encuentro es la meta sin cadenas:
El lugar indeterminado, en un momento indeterminado,
la palabra indeterminada al hombre indeterminado
J.L. Moreno
Psicodrama.
https://sitiosenelcorazon.blogspot.com/2018/06/tus-ojos.html
5 oct 2019
Lenz - Georg Buchner
El día 20 iba Lenz por la montaña.
Las altas cumbres y las cimas cubiertas de nieve; valle abajo, rocas parduscas, llanuras verdes, peñascos y abetos.
Las altas cumbres y las cimas cubiertas de nieve; valle abajo, rocas parduscas, llanuras verdes, peñascos y abetos.
Hacía un frío húmedo, el agua murmuraba en su descenso por las rocas y salpicaba el camino.
Las ramas de los árboles se vencían por el peso en el aire acuoso.
Unas nubes negras avanzaban por el cielo, sin embargo todo tan denso y, además, la niebla desprendía vapor y atravesaba pesada y húmeda entre los arbustos, tan lenta, tan torpe.
Continuó andando indiferente, no le importaba nada del camino, ya fuera subir, ya fuera bajar.
No sentía el cansancio, lo único que a veces le resultaba molesto era no poder andar cabeza abajo.
"El que anda cabeza abajo ...
tiene el cielo como un abismo bajo sus pies"
Paul Celan
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