...Pasa la tormenta borrara las huellas
donde fue su rastro marcado en la arena...
...donde fue el sonido mas allá del viento...
Aziza Brahim
Alejandro Drewes
Frente a esta consternación anida (sin pudor) la hipocresía, la corrupción, los mercados opresores, cierta suerte de libertinaje en la cual droga, mafias, funcionarios y muchedumbre juegan al gallito ciego. Es parte de la historia, de las sociedades, se me dirá. De acuerdo. Hoy regresamos con un artículo publicado hace años donde anticipamos algo de este maremoto. Sabemos de sobra que hay seres que adoran dictadores; los idolatran. Lo peor siempre abreva en estas aguas. Y no les importa inquisiciones, campos de concentración o torturas. Son seres humanos: votan, comen, se duchan, cobran planes sociales o hablan por televisión como si supieran. Forman la chusma, en donde habitan profesionales, crupieres, malabaristas, jugadores de ludo, empleados, señores y señoras, estudiantes progres y jubilados. A veces mayoría. Intente escuchar luego a Sonia Wieder Atherton. Puede ser las Suites para violoncelo de Johann Sebastian Bach o Kaddish-Chants Juifs que la poeta Sandra Figueroa me hizo conocer. Ahí va la nota de hace dos o tres años:
https://palabrabierta.com/resiliencia-y-estulticia/