Te dije que no nombraras suficiente sombra.
Ahora ha oscurecido y no encontramos
dónde quedó la llave de la luz.
Te dije que era peligroso si llovía
y un aguacero nos cubriría de diluvios por tu culpa.
Te lo dije pero no hacés caso.
Ahora vendrán a buscarnos.
Con armas y fusiles tal vez se pueda ametrallar la palabra
hasta pulverizarla en su unidad de furia.
¡Y vos que dale!
hasta pulverizarla en su unidad de furia.
¡Y vos que dale!
¿ No ves que así no adelantamos?
¿No ves que el barro alcanza ahora nuestros zapatos
y no podremos salir de su simiente de lobo?
Es claro, muy claro.
El siglo nos sobrecoge despiadadamente
y ya todo lo hemos dicho.
Temblar;
leve transcurso
una hoja
cayendo hacia el vacío.
Sandra Figueroa
11/11/2020