26 dic 2019

10000 kilometros - La Portuaria




Quien era yo antes de verte
por los caminos anduve solo
cante canciones, busque en la noche
y en una carta tire la suerte

Quien era yo cuando se fueron
sin brujula y sin norte,
corriendo contra el viento

Volver a la manada
despues de haber dejado todo
despues de haber andado
la ruta de la soledad

Ya caminamos 10000 km de amor
y seguiremos hasta que el rio llegue al mar
y nadaremos sobre la rompiente...

Quien era yo
quien era yo
quien era yo antes de verte

Y ahora estoy parado
en medio de la llanura
hacia adelante todo
y atras lo que se va


La Portuaria

25 dic 2019

Rojas y Niña Pastori - Llorándole debajo del agua






Es que ando por ahí luchando con los mares,
que pa qué salir corriendo
 si no sé que haré cuando me pare.
Es que siento que me ahogo
 en todos los lugares..

Raul Rojas

24 dic 2019

Pequeño Vals Vienes - Enrique Morente





...En Viena hay diez muchachas
Un hombro donde solloza la muerte
Y un bosque de palomas disecadas
Hay un fragmento de la mañana
En el museo de la escarcha...

Federico G. Lorca

sur





La violencia de las margaritas
 la intemperie del viento

Es el sur
una visión natural,

                        agua adentrándose.

Así el paisaje
despierta 
en los ojos del día;

milagro:
             ceremonia.



poema- fotografía
Sandra Figueroa

Mayte Martín - En Aquel Tiempo




Te hablo desde febrero y desde siempre:
sabemos del amor por lo que alumbra,...

Mayte Martin

22 dic 2019

Antony and the Johnsons - Bird Gerhl






And the bird girls can fly...



Antony and the Johnsons

Cactus - Gustavo Cerati





...Cuando te busco, no hay sitio en donde no estés

Y los médanos, serán témpanos,
en el vértigo, de la eternidad.

Y los pájaros serán arboles,
en lo idéntico de la soledad...

G. Cerati


14 dic 2019

Ali Farka Touré - Amandrai





UNA CANCIÓN EN EL DESIERTO





Una corona fue trenzada con el follaje negruzco en la región de Akra:
de allí arranqué sobre el caballo azabache en giro y arremetí contra la muerte con la espada.
También bebí en cuencos de madera las cenizas de las fuentes de Akra
y fui, con la visera abajo, a toda carga contra los escombros de los cielos.


Porque muertos están los ángeles y ciego quedó el Señor en la región de Akra,
Y no queda nadie, que me socorra en el sueño de los que aquí reposan.
La luna fue resquebrajada en pedazos, la pequeña flor de la región de Akra:
tan floreciente, semejante a las espinas, las manos con anillos oxidados.

Así que al final debo inclinarme para el beso cuando rezan en Akra…
¡Oh maligna cota de maya de la noche, la sangre se filtra por sus argollas!
Me convertí entonces en su hermano sonriente, el querubín de hierro de Akra.
Así pronuncio el nombre todavía y todavía siento el fuego en las mejillas.



Paul Celán

fotografias y texto https://circulodepoesia.com/

Bonga - Luanda Nbolo




8 dic 2019

El salto - Laura Giordani


Porque el agua se me fuga
y yo -pura sed-
soy un zahorí que remata sus varas.
Porque las palabras regresan de un viejo abuso
y ya no tienen fuerzas para escalar los labios.

Tendré que invocar una caída
en el umbral mismo del verbo
con la fe de todas las manzanas.

Saltar muy dentro, libre
al fondo de las cosas,
deshabitar la memoria,
su ciudadela adoquinada, su lacre,
los arquetipos rotos en las esquinas
ofreciéndome su cuerpo.

Dejar de buscar advientos en el pan de ayer,
las migas que con que solía despilfarrar el hambre,
sacudir las cortezas que ya ni pueden recordar
su savia.

Porque no bastará con la poesía;
habrá que tener -además-
los huesos livianos de los pájaros.


Laura Giordani

Recreo

a Cristina, Gaby, Pili y Sonia.
Todavía estamos a tiempo,
eso dijiste.
Siempre me decías estamos a tiempo.

Yo no sé lo que es el tiempo.
No sé saber, aunque vos lo digas,
a los cinco minutos ya ni recuerdo.

La gente suele no recordar a los cinco minutos
salvo que la herida surque la sangre
cinco milímetros bajo la piel.

Entonces yo no tenía pensamientos 
ni podía intertextualizar
sino lo que estaba ocurriendo:
el resto era olvido.

Y en el supuesto que recordara,
apenas frases que leíamos
en horas libres, 
primer año secundario,
cuando gastábamos la eternidad del tiempo
descifrando Voces de  Porchia;
(aquel libro robado del quiosko
que entró perfecto en mi bolsillo.

¡Ah! Nunca fui tan feliz
ni tan hermoso
sentido de pertenencia
tomando algo que no es mío.)

Aún hoy abro alguna página:
subrayadas sílabas de amor
en las tardes de recreo.

Nunca supe más
cómo se nombraba el silencio y la ausencia,
el más claro tú, entre bancos y letras,
aquellas palabras
se fueron instalando para siempre
entre mis sueños y mi boca.


Sandra Figueroa
2014

«La canción del Jang». Anónimo chino

                                                                                                                 Versión de Álvaro Yunque





Trabajo cuando el sol se eleva.
Cuando él se acuesta me acuesto.
Para beber cavo mi pozo.
Para comer trabajo mi campo...

¿Qué me importa el poderío del Emperador?





mirando Istambul





Şu anda İstanbul'da olmak isterdim.
Mihrabat Korusu'nun dar yollarında seninle
Yan yana, yana yana yürümek…
Bir de martıların kanatlarından seyretmek İstanbul'u.


` Özdemir Asaf


fotografia Sandra Figueroa

Levon Minassian & Armand Amar - Paul Celan









No te escribas entre los mundos, 
mantente contra la pluralidad de las significaciones, 
confía en la huella de las lágrimas 

 aprende a vivir.

Paul Celan

Ingeborg Bachmann: Una forma de arder en el lenguaje.

                                                                                                      de  Javier Galarza.


                                            Quizás alguna vez me pueda reconocer
                                              en una paloma, en una piedra rodante...
                                                     ¡Solo falta una palabra! Como debo llamarme
                      sin existir en otro idioma
                                                                         I.B.


Ingeborg Bachmann (1926—1973) sitúa el fin de su niñez el día en que presenció la entrada de las tropas de Hitler en Klagenfurt.
La historia enseña pero no tiene alumnos— escribirá.
Intima de Anna Ajmatova y Paul Celan (con quien compartió el grupo del 47, referente inevitable para quien escriba poesía después de las atrocidades del siglo XX), lectora crítica de los filósofos Martin Heidegger y Ludwig Wittgenstein, la poesía de I. B indaga al lenguaje desde los límites mismos del lenguaje. Como si al confesionalismo simbólico de Sylvia Plath uniera la indagación política (en verdad presente también en la obra de Plath), humana y filosófica.

El fascismo no empieza –afirma– con las primeras bombas que se tiran... Empieza en las relaciones entre las personas. El fascismo es lo primero en la relación entre un hombre y una mujer.

Bachmann nació en Austria ( acuden palabras para todos. Pero este idioma no lo entiendo. // He visto el país de la niebla / He comido el corazón de niebla) y murió en Roma, según se dice por haberse dormido con uno de sus sesenta Gitanes diarios encendidos.

Creo realmente en algo a lo que llamo ‘vendrá un día’. Y un día eso vendrá. Sí, es probable que no venga... y sin embargo, creo en ello. Si no pudiera creer más, tampoco podría escribir más

Indagar al lenguaje y sus (im)posibilidades fue uno de las tónicas del siglo XX. Queda pendiente la pregunta que popularizó la frase de Theodor Adorno.

Cómo se escribirá después de Awschitz o después del Proceso Militar. Después de los totalitarismos que asolaron el siglo XX, tal vez último espacio para las vanguardias.

El nuevo siglo ha nacido y aún persiste la pregunta.

Los últimos días de Ingeborg Bachman no fueron precisamente plácidos. Drogas (del Seconal al Nembutal), cierta popularidad extraña en un escritor de sus características, que en verdad no la ayudó demasiado, desengaños (no te he perdido a ti sino al mundo) y creatividad.

Luego del éxito de sus libros, entre los que se destaca Invocación a la Osa Mayor, Ingeborg Bachmann renunció a la poesía. Estos versos, dedicados a su íntima Anna Ajmátova, algo nos dicen:


Hacer sostenible una única frase
aguantar el ding dong de las palabras.
Nadie escriba esta frase que no la firme.


Y algo dicen también estos versos escritos para su venerada Nelly Sachs:

No aclara.


La palabra
sólo arrastrará
otras palabras,
la frase otras frases.
El mundo así quiere,
definitivamente,
imponerse,
quiere estar dicho ya.
No las digáis.

Y en un reportaje añade la siguiente declaración:

Sigo sabiendo poco de poemas, pero entre lo poco, está la sospecha. Sospecha de ti lo suficiente, sospecha de las palabras, de la lengua, me he dicho muchas veces, ahonda esta sospecha —para que un día quizás, pueda originarse algo nuevo— o que no se origine nada más.
Ese es el aún no de Bachmann que nos interpela en tanto escritores. Transcribimos el poema de su renuncia a la poesía, escrito no mucho antes de la fecha de su muerte.

NADA DE DELIKATESSEN

Ya nada me gusta.

¿Debo
ataviar una metáfora
con una flor de almendro?
¿crucificar la sintaxis
como un efecto de luz?
¿Quién se romperá la cabeza
con cosas tan superfluas—?

He aprendido a ser sensata
con las palabras que hay
(para la clase más baja)

hambre
deshonra
lágrimas
y
tinieblas.

Con los sollozos no depurados,
con la desesperación
(y desespero de desesperación)
por tanta miseria,
por el estado de los enfermos, el coste de la vida,
me las arreglaré.

No descuido la escritura,
sino a mí misma
Los otros lo saben,
dios lo sabe
qué hacer con las palabras.
Yo no soy mi asistente.

¿Debo
aprisionar un pensamiento
llevarlo a la iluminada celda de una frase?
¿Alimentar oídos y ojos
con bocados de palabras de primera?
¿Investigar la libido de una vocal,
averiguar el valor de amateur de nuestras consonantes?

¿Tengo que,
con la cabeza apedreada,
con el espasmo de escribir en esta mano
bajo la presión de trescientas noches
romper el papel,
barrer las urdidas óperas de palabras,
destruyendo así: yo tú y él ella lo

nosotros vosotros?

(Que sea. Que sean los otros.)

Mi parte, que se pierda.


Ingeborg Bachmann, 
ULTIMOS POEMAS. 

http://javiergalarzants.blogspot.com/2009/10/ingeborg-bachmann-una-forma-de-arder-en.html

Zbigniew Preisner, Lisa Gerrard, Dominik Wania - Melodies of my youth