8 dic 2019

Recreo

a Cristina, Gaby, Pili y Sonia.
Todavía estamos a tiempo,
eso dijiste.
Siempre me decías estamos a tiempo.

Yo no sé lo que es el tiempo.
No sé saber, aunque vos lo digas,
a los cinco minutos ya ni recuerdo.

La gente suele no recordar a los cinco minutos
salvo que la herida surque la sangre
cinco milímetros bajo la piel.

Entonces yo no tenía pensamientos 
ni podía intertextualizar
sino lo que estaba ocurriendo:
el resto era olvido.

Y en el supuesto que recordara,
apenas frases que leíamos
en horas libres, 
primer año secundario,
cuando gastábamos la eternidad del tiempo
descifrando Voces de  Porchia;
(aquel libro robado del quiosko
que entró perfecto en mi bolsillo.

¡Ah! Nunca fui tan feliz
ni tan hermoso
sentido de pertenencia
tomando algo que no es mío.)

Aún hoy abro alguna página:
subrayadas sílabas de amor
en las tardes de recreo.

Nunca supe más
cómo se nombraba el silencio y la ausencia,
el más claro tú, entre bancos y letras,
aquellas palabras
se fueron instalando para siempre
entre mis sueños y mi boca.


Sandra Figueroa
2014

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