Yo no le temo ni al dolor ni a la muerte.
Llega la muerte y se pone ella, y ya no soy yo,
como que no va a hacerme mucho daño.
Esta misma noche he estado a punto de morirme,
y me hubiera gustado;
solo para que viniera Ud. y ya no me encontrara,
aunque sólo fuese por eso..
AG
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