28 ago 2021
21 ago 2021
Los sabios saben lo que se avecina
Pues los dioses saben el futuro; los hombres,
el presente, y los sabios, lo que se avecina.
FILOSTRATO, Vida de Apolonio de Tiana, 8.7.
Los hombres conocen el presente.
El futuro lo conocen los dioses,
únicos dueños absolutos de todas las luces.
Pero del futuro, los sabios captan
lo que se avecina. En ocasiones
su oído, en las horas de honda reflexión,
se sobresalta. El secreto rumor
les llega de hechos que se acercan.
Y a él atienden reverentes. Mientras en la calle,
fuera, el vulgo nada oye.
Constantino Cavafis
Suzuki Tsunekichi - Yakubyou no kami
Omoide
a la edad de 65 años ...
sakura - hanami
Ay, si pudiera
dividirme
para no perderme ni un árbol
Ver las mejores sakuras
en cada una de las diez mil montañas.
Saigyo
Debajo de la luz apacible
del sol que siempre brilla
un día de la primavera
¿Por qué las flores de cerezo caerán como un corazón inquieto?
久方の
光のどけき
春の日に
しづ心なく
花の散るらむ
Kino Tomonori
****
“Caída de los cerezos en flor
los que se quedan
también caerán”
散る桜残る桜も散る桜
.Ryokan Taigu
Los cerezos florecían
En las colinas de la noble Yoshino
Y yo convencido de que estaba viendo nieve
(Ki no Tonomori)
fotog
SFigueroa
21/08/2021
16 ago 2021
una piedra
"Marcha de las piedras" en memoria de los fallecidos por covid en Argentina
16/08/2021
.
Greg Tosh - Quarantine (The Corona Song)
fotog.
Sandra Figueroa
11 ago 2021
9 ago 2021
1 ago 2021
Decime que estas.
Decime al borde que estás ahí,
tirando de la cuerda
para que no nos ahoguemos vos y yo.
¿Como otras veces, recordás?
Siempre al borde,
casi casi precipicio,
que vos tiras tu mano,
ahogándote como sabes hacerlo;
yo ahí, pequeñita,
casi al principio de no ahogarnos.
Vos te embarcas en mi alegría,
y yo trepo árboles y manzanas para verte sonreír,
ahí nos descubrimos:
todo es tan nuevo, recién nacido.
Por eso, digo.
Decime que estás ahí,
tirando el borde del hilo,
yo me acerco, dale.
Es el mismo brillo
que nos emparenta en la alegría
y vos que sí, que montañas y rutas aceleradas,
y ese micrófono abierto
para dar cátedra de sueños;
y yo, silencio para oír
el latido secreto de la humanidad.
Por eso te pedía,
casi concretamente, dale.
Sacate,
sacate el nombre de una vez
y dale que oímos y oímos
como late esta noche el universo.
S.Figueroa
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