There is no pain, you are receding A distant ship smoke on the horizon You are only coming through in waves Your lips move but I can't hear what you're saying
TODO ES DISTINTO de como tú piensas, de como yo pienso, la bandera flamea todavía, los pequeños secretos están todavía lúcidos, arrojan todavía sombras, de eso vives tú, vivo yo, vivimos. La moneda de plata en tu lengua se funde, sabe a mañana, a siempre, un camino a Rusia sube en tu corazón, el abedul carelio ha esperado, el nombre Osip viene a tu encuentro, tú le cuentas lo que ya sabe, él lo toma, te lo toma con las manos, tú le quitas el brazo del hombro, el derecho, el izquierdo, aprietas los tuyos en su lugar, con manos, con dedos, con líneas, —lo que se desgarró, se une al crecer de nuevo— ahí los tienes, tómalos, ahí los tienes a ambos, el nombre, el nombre, la mano, la mano, tómalos en prenda, él también lo toma y tú tienes de nuevo lo que es tuyo, lo que era suyo, molinos de viento te insuflan aire en los pulmones, remas por los canales, lagunas y cauces, a la luz de la palabra, en la popa ningún porqué, en la proa ningún adonde, un cuerno de carnero te eleva —Tekiah!*— como un sonido de tuba por encima de las noches hasta el día, los augures se dilaceran, el hombre tiene su paz, el dios tiene la suya, el amor vuelve a los lechos, el cabello de las mujeres vuelve a crecer, el botón invertido en sus pechos vuelve a aflorar, por las líneas de la vida, del corazón, se te despierta en la mano que subía por el camino lumbar, - ¿cómo se llama tu país detrás de la montaña, detrás del año? Yo sé cómo se llama. Como el cuento de invierno, así se llama, se llama como el cuento de verano, la-tierra-de-los-tres-años de tu madre, ése era, ése es, emigra por doquier, como la lengua, arrójala, arrójala, entonces la volverás a tener, como a él, al guijarro de la cuenca del Morava, que tu pensamiento llevó a Praga, sobre la tumba, sobre las tumbas, a la vida, ha tiempo que se fue, como las cartas, como todos los faroles, de nuevo tienes que buscarlo, ahí está, es pequeño, blanco, a la vuelta de la esquina, ahí está, en Normandía-Niemen, en Bohemia, ahí, ahí, ahí, detrás de la casa, delante de la casa, es blanco, blanco, dice: hoy - vale. Es blanco, blanco, un chorro de agua se abre paso a través, un chorro de corazón, un rio, tú conoces su nombre, las orillas están llenas de día, como el nombre, tú lo palpas con la mano: Alba Paul Celán
En este banco se sentaba mi madre. Desde aquella hamaca la candidez crecía junto a Poncho Negro. Entre esos árboles aún viven dioses y héroes. El gozo y el amor descubrieron los románticos ojos de una muchacha, la rosa roja del poema, el otoño del padre. Aquí Lugones y Franco y el silencio. Aquí descansa Gala. En esta plaza mis hijos recorrieron la evidencia de otros umbrales. Los fantasmas la habitan junto a los jacarandaes. Su magnitud devora las islas del olvido. (“Calle de la flor alta”, 2011)
ALGUIEN SUEÑA JUNTO AL MAR
Separado y melancólico miro la rompiente,
el vagar ansioso de un cielo imposible
en las cortantes naves
que bordean espumas y cabelleras.
Vida y tiempo lentamente adorables.
Aquí está el milagro. Lo sabía.
En el insomnio, en la inmovilidad de la noche,
en la rosa blanca y apresurada,
en un fado de Amalia Rodrígues,
en la sacralidad de Arvo Part, en la lujuria.
Así me amas, entre la desazón y la quietud
de una buhardilla, con el desánimo y la pasión,
desde el otoño y el lecho amanecido.
Me amas hasta el fondo, hasta el atardecer,
hasta el abismo. Soy lo definitivo,
aquello que tiembla y se desvanece
en esta fina mañana. Solitaria, relumbrante.
(“Poemas de Trieste”, 2013)
Entrevista realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Carlos Penelas y Rolando Revagliatti.
Estaré aquí. Dios sabe que estaré. He cruzado lluvias y mares, desolados desiertos sin llanura; estaré aquí.
Afuera la tormenta empuja los árboles, establece las estaciones de las lluvias, la hojarasca hacia la primavera.
Interminables pandemias, la oscuridad de siempre. ¡Dios, la soledad contra el muro y ningún muro! Estaré aquí. Estaré.
Ahora, después de la lluvia,
extensas ramas abrazan el aire, y una furia de raíces
surca la tierra que piso, me establezco: soy muro y raíz.
Ahora que llego
casi rama casi árbol casi cielo, en puntas de pie me acerco, levanto el tiempo que despierta, sostengo la luz de una palabra, el silencio que circunda: me establece.