Ahora Marissa Nadler,
Sylvia Plath,
cantan una canción de amor
o escriben un poema.
En esta misma hora.
Una luminosidad enciende
cada una de las cosas que amanecen:
es la luz lo naciente de la vida.
Ahora despierto al día de hoy,
y vos, allá a lo lejos,
amoblada de poemas
con qué palabras
dejarás escrito en el aire
el silencio iluminado
de una letra.
La calle transcurre,
la velocidad de los autos
permanece en el tiempo,
como un sonido indescriptible.
Una melodía
abraza cuanto ocurre.
Los políticos desayunan
planifican discursos,
hundiendo la realidad.
Alguien dibuja un sueño,
otro fotografía una imagen
guardada en lo profundo.
Ella escribe sobre el río
y no conoce el río.
Otro pinta sueños
que jamás alcanzará.
En mi pueblo, en el sur,
está nevando ahora;
recuerdo el brillo punzante
sobre la escarcha,
el agua deshielante,
el frío temblando
en la punta de los dedos.
Los transeúntes
se aventuran calle abajo,
una urgencia cotidiana
vigila sus pasos,
sus pensamientos.
Las madres imaginan ollas,
vegetales, condimentos,
compras en el almacén,
para el almuerzo caliente
de los platos.
Y vos, tal vez ahora,
despiertes del dormir nocturno
-esa eternidad diaria-
mires tus manos y recuerdes
que una vez fueron besadas
como si fuera
la única actitud del universo.
Sandra Figueroa
2013
Marissa Nadler - The Wrecking Ball Company
Bellísimo poema. Gracias.
ResponderBorrarEdmundo Moure
Santiago de Chile
Muchas gracias querido poeta Edmundo Moure!
ResponderBorrarun abrazo
Recién llegó de París y leo tu poema. Me pareció muy bello. Una gran alegría. Cariños.
ResponderBorrarCarolus
http://www.carlospenelas.com/
Gracias Carlos Penelas por tus palabras. Un abrazo
BorrarOtra vez. Un poema que se mantiene, que cobra vida y cierra muy bien. Gracias Sandra. Carlos Penelas
ResponderBorrarImponente poema de tu pluma, Sandra. Te deja sin aliento este retablo de otredad, y el silencio tras el poema.
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