24 abr 2018

un poema



No creo en presentimientos, ni temo
A los agueros. Acepto el veneno,
La calumnia. No existe la muerte,
La vida es eterna. No hay que temer
A la muerte ni a los diecisiete,
Ni a los setenta. Sólo hay vida y luz,
Ni oscuridad, ni muerte hay en este mundo.
Todos estamos a la orilla del mar
Y soy de los que eligen la red
Cuando la eternidad pasa de largo.

Soñé esto alguna vez, lo sueño ahora,
Sé que lo volveré a soñar de nuevo,
Todo se repetirá, todo reencarnará,
Y usted soñará todo lo que yo soñé.

Allá, lejos de nosotros, lejos del mundo,
La ola una y otra vez golpea la orilla
Y en ella hay estrellas, personas, pájaros,
Realidad, sueño y muerte... en la ola eterna.

No necesito fechas: fui, soy y seré,
La vida es el mayor de los milagros.
Solo, como un huérfano, en él yo vivo.
Solo, entre espejos, cercado por reflejos
De mares y ciudades, vivo en la embriaguez.
Y la madre llorando toma al niño en el regazo.




Arseni Tarkovski

Gracias Poeta Carlos Penelas
www.carlospenelas.com

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