4 oct 2018

Paul Celán- Alejandra Pizarnik





   En la mirada que tú le arrojas, despierta lo mirado. 

Paul  Celán
23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo

la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos

Alejandra Pizarnik



“El poema es solitario. Es solitario y está en camino. Quien lo escribe, le permanece entregado. Pero ¿no está el poema, por eso mismo, y así, pues, ya aquí, en el encuentro, en el misterio del encuentro? 
El poema quiere ir hacia un Otro, necesita a ese Otro, necesita un enfrente. Lo busca, se profiere en pos suya. Cada cosa, cada ser humano es para el poema, que se endereza a lo Otro, una figura de ese Otro. 

...“La atención” —permítanme ustedes citar aquí, del ensayo sobre Kafka de Walter Benjamín, una frase de Malebranche—, “la atención es la oración natural del alma”. El poema se convierte —¡bajo qué condiciones!— en poema de uno que percibe —que todavía sigue percibiendo—, vuelto hacia lo que aparece, que interroga e interpela a esto que aparece; se convierte en diálogo —a menudo es un diálogo desesperado. Sólo en el espacio de este diálogo se constituye lo interpelado, se reúne en torno al Yo que lo interpela y lo nombra. Pero en este presente lo interpelado y que, a través del nombrar, ha llegado a ser, por decirlo así, Tú, trae consigo su ser otro. Aún en el aquí y ahora del poema —el poema mismo siempre tiene, pues, únicamente este presente único, irrepetible, puntual—, aún en esta inmediatez y cercanía deja que hable, con él, lo que a lo Otro es lo más propio: su tiempo. 

...Señoras y señores, encuentro algo que me consuela también un poco de haber andado en presencia de ustedes este imposible camino, este camino de lo imposible. Hallo lo que vincula y, como el poema, conduce al encuentro. Hallo algo —como el lenguaje— inmaterial, pero terreno, terrestre, algo en forma de círculo, que vuelve sobre sí a través de ambos polos, y —de modo más jovial— que, al hacerlo, cruza incluso los trópicos, los tropos: hallo… un meridiano. “


Paul Celán. 
EL MERIDIANO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario