28 dic 2013

XENIA II, Nº5






He bajado al menos
un millón de escaleras tomado de tu brazo
y ahora que no estás cada escalón es un vacío.
Nuestro largo viaje también fue así de breve.
El mío aún continúa, pero ya no necesito
las combinaciones, la reserva de asientos,
las astucias, las afrentas de quien cree
que la realidad es lo que vemos.
He bajado millones de escaleras tomado de tu brazo
y no porque cuatro ojos puedan ver más que dos.
Las bajé contigo porque sabía que de nosotros dos
las únicas pupilas verdaderas, aunque nubladas,
eran las tuyas.








Eugenio Montale (Italia, Génova -1896-Milán-1985)

(Traducción de Gianni Siccardi)

¡Carlos Penelas, deja ya las cornisas!



21 dic 2013

Florece




Florece, como un sueño se agiganta.

¿Lo ves llegando, un corazón así ?
Yo decía: no me matarán, no me matarán;
el mundo sigue y gira desde entonces.

En Bulgaria, 1945, año que jamás olvidaré,
han clausurado un destino y una puerta.
O ciento cincuenta vidas, lo sé,
fui testigo aunque nací en el 66.

El, hermoso de hermosura,

era un hombre común,
sencillo como el agua y el aire.

Era sólo un hombre;
hoy se ha multiplicado en poemas
que giran por el universo.

No sé si sabía el futuro
que creaba un día de 1945,
pero hay confianza en su rostro;
lo adivino ahora
abriendo las puertas.


Sandra Figueroa. 

17 nov 2013

Déjame dormir





Déjame dormir en vértigo, en aire, en superficie.
Es tiempo de volar y aún no preparamos las maletas.
El carro de víspera no avisa cuando llegas a la estación
y la vieja memoria se recuesta en su cansancio.
He visto trenes agitarse en las frías mañanas del invierno.
He visto las ventanillas descarriadas del tren.
Ahora en la primer hora, con el primer silbido
alzaremos nuestras manos en señal de despedida,
y soltarás algunas lágrimas de ayer.
Yo miraré tus ojos por enésima vez;
qué palabras elegiremos para decirnos adiós.



Déixame durmir



Déixame durmir no vértigo, no ar, na superficie.
É tempo de voar e aínda non amañamos os fardeis.
O vagón da véspera non avisa canda chegas á estación
e a vella memoria déitase no seu agobio.
Teño visto trens axitárense nas xeadas mañáns da invernía.
Teño albiscadas as xaneliñas entolecidas do tren.
Agora no primeiro abrente, co primeiro asubío
alzaremos as nosas máns na sinal do adeus,
e ceibarás algunhas bágoas de onte.
Eu mirarei os teus ollos por enésima vez;
cáles verbas imos elixir para decirmos adeus.





Sandra Figueroa
Traducción Edmundo Moure

Poeta Escriba y Tenedor de libros



20 oct 2013

Mamá




Ahora se rompe
la eternidad que me roza.

Vos entras,
brillante, 
por la puerta,
desde hace siglos que no veo.
Luz, 
que puedo reconocer
a kilómetros de tiempo.

Entras en paso firme,
en tu caricia,
esa ternura que te funda.
Pero estalla la eternidad
en otros tiempos:
se acerca el día, ese instante
en que somos cotidianos
para acercarnos al fuego.

Te veo llegar, radiante,
para hoy, para siempre.
Acaricio sin hablar, tu voz,
tu oración, tu grito insurgente.
Primavera que abres
desde el centro
hacia nosotros.


Feliz día, mamá


Sandra Figueroa

31 jul 2013

UN POEMA


                                                                          A Ana Arzoumanián, Javier Galarza, Natalia Litvinova


Yo tenía un poema.
No sé si podía escribirlo,
tenía un poema.

Caminando por las calles de Constitución; sin campanadas,  
pateando botellas vacías de plástico,  como flores diseminadas 
por  los jardines de las calles de Constitución.

Tomamos vino tinto, comimos, bebimos,
no habían palabras, sólo un poema.

Ella decía: “No quiero morir sin acordarme."
¿Es que no irá por el Hades, el eterno río  Leteo?

El decía: “Quiero morir en otro.” En otro.
Ella dijo: “Es posible un nosotros”. 
No dijo yo o tú, sino nosotros.

Luego Alejandra,  esa delicada urgencia del rocío.
La que tenía sólo un yo, fatídico, visor, ultravisor,
cósmico, invisible en sustancia material.

 Yo no tenía ni yo.
Volví pateando botellas de plástico vacías 
por los jardines de Constitución.
¿Acaso es posible salir de la soledad?
¿Acaso es posible hacer un poema de la palabra oscura?
Allí donde no había ni cabía  un cuerpo, sino un silencio. 
Un silencio entre las calles de Constitución.




Sandra Figueroa

27 jun 2013

FRAGMENTO DE TRENES. Textos de Jorge Teillier



Alguna vez correrá un último tren,
 pensaba yo, 
cuál será ese último tren,
 así como tantas veces pienso 
quién pronunciará por última vez mi nombre, 
quién leerá por última vez un poema mío. 
                                                                                                                         




...aún escuchamos el llamado de los rieles
que zumban en el medio día del verano en que abandonamos la aldea,
y en sueños nos reunimos para caminar
hacia el País de Nunca Jamás
por senderos retorcidos iluminados...




... los eucaliptus sangraban, 
un caballo ciego fue a agonizar entre los rieles 
porque no quería ver el fin de nuestro amor 
mientras se marchitaban los dedales de oro sembrados por un loco.


  

El paso del tren representa el tiempo 
que las locomotoras van dividiendo en forma implacable
  en el pueblo natal que atraviesan por la mitad.





  ...Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.


  
...tus mejillas partidas por la escarcha de las duras mañanas del sur,
tu gesto de despedida en el andén de la pequeña estación,
 para no soñar siempre contigo
cuando en la noche de los trenes mi cara se vuelve hacia esa aldea
 que ahogaron las poderosas aguas.







El temporal del último tren
 pasa remeciendo las casas de madera.
 Las madres cierran todas las puertas
 y los pescadores furtivos van a repletar sus redes
 mientras ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche.




 Fragmentos de poemas de  Jorge Teillier


Poeta chileno nacido en Lautaro en 1935.
Estudió pedagogía en la Universidad de Chile. Ejerció la docencia y el periodismo colaborando en importantes diarios y revistas de su país. Formó parte del grupo "Trilce" al lado de Enrique Lihn, Efraín Barquero y otros poetas muy vigentes de la época, cuyo objetivo era construir un gran país cultural.  Sus inquietudes literarias lo llevaron a recorrer varios países de América y Europa. Fue galardonado con importantes premios entre los que se destacan el "Premio Gabriela Mistral" y "Premio Alerce" . Su poesía fue traducida a varios idiomas.
De su obra destacamos las siguientes publicaciones: Para ángeles y gorriones en 1956, El árbol de la memoria en 1961, Poemas del país de nunca jamás en 1963, Crónica del forastero en 1968, Cartas para reinas de otras primaveras en 1985, El molino y la higuera en 1993, y En el mudo corazón del bosque en 1997, publicación póstuma.
Falleció en Viña del Mar en 1996. 


Fotografías "Cementerio de Trenes"
( Río Gallegos. Santa Cruz) 
Sandra Figueroa

12 jun 2013

POSICION. Carlos Penelas


Y si sólo te hablara
con palabras,
sin comprender el aire
que nos hiere,
cómo ha de ser el puño,
cómo ha de ser el alba
con tus ojos?
¿Y si sólo mis manos
afirmaran tus senos,
qué libertad conquistaríamos,
qué desnudez fabricarán las aves
con nosotros?
¿Y si sólo mi vientre
copula con tu tiempo,
qué hijo anhelará el silencio,
qué sur bautizará
la rosa en su secreto?
¿Y si sólo mi vida con tu vida
coexisten desde el verso,
qué pasión o qué pan
hemos de defender en esta tierra?




Carlos Penelas

(Los dones furtivos, 1980)  

www.carlospenelas.com

4 jun 2013

Cuando





Cuando ya no habían palabras
sólo guardaba el murmullo del río
corriendo aguas arriba por mi pueblo.


El murmullo verde y vibrante de las hojas
como un frufrú de árboles,
de hojas enamoradas del viento.

Arremolinaba

¿Recordás?


¿Recordás ese viento girando sobre el cielo
de nuestros pensamientos?





Sandra Figueroa




                                                      Fotografía de Cristian Aldauc

4 may 2013

ROSALBA




Empezar así: de origen,
blancas canas en lo oscuro. 
Raíz.
Rosa. Alba.
Noche en la luna. 
Luna en la noche.
Y  el tiempo.

¿Es el mismo caballo
 que viene primavera galopando?

¿Helaba ñires y lengas la cordillera,
sin rutas ni caminos dónde ir ?

¿De qué madera vida,
huso entre tus manos
girando girando lana
como un  trompo ?

Trabajando: vapor,
lavando ollas, condimentos,
agua, frutas,  
lechuga, huevos,
harina blanca para los patrones:
harina negra, azúcar negra
así regresamos hacia la tierra.

¿Por eso los carbones de tus ojos
brillan, crepitan?

Extrema, fresca piel de cien arrugas
sólo tú, mapa, luz, territorio del sur;
frontera.

Aquel calor. 
Esa mujer.  



Sandra Figueroa Alvarez




7 abr 2013

HOMERO. Zhivka Baltadzhieva



Adivinando
he dejado de ver.

Y ahora me despierto
en el ojo
de otro.

Hasta el dedo
que me quita la lágrima encendida
es suyo.

Se quema.

Y arde.

Y tanto me duele
que canto.



Para no sentir.



ОМИР


Гадаейки
престанах да виждам.


И сега се събуждам
в окото
на друг.


Даже този пръст,
който изтрива огъня
на сълзата ми
е негов.

Гори.

И толкова

ме боли,

че пея.
 

 За да не чувствам.




Zhivka Baltadzhieva

CUANDO NO TENEMOS PATRIA



Cuando no tenemos

Patria
y el territorio
es una noche
en el corazón.


Cuando viajar

hacia dónde
es llegar,
porque muy lejos
se halla la tierra;


descansaremos

en cualquier lugar,
hablaremos una lengua
circunscripta al poema,
diremos que hemos nacido
un día.



S.Figueroa 

4 abr 2013

DICE

                                                                                                              
Dice. El me dice.
Aclara lo oscuro. Y llega al fondo.
Me dice, le digo, que somos
pasajeros del mismo tren.
Que somos compañeros de este viaje, no de otro.
Hablamos al pasar. Nada tiene importancia.
Es este viaje y no otro.
Somos compañeros de ruta, eso. Ahora.
O tal vez ya lo hemos sido.
Pero yo tengo sueño,
porque no sé y sé.
Mi corazón es el que no sabe,
 de trenes, rutas y  distancias.
Las palabras sí lo saben.

Mi corazón es ignorante.







S. Figueroa 



NOCTURNO Carlos Penelas




Cierro mi mano y siento la tierra que el campesino arrojó,
sombrío, en el mar.
La belleza del pájaro bogador perdido entre las nubes. Ausencia;

tiempo callado o distraído. Aún en estos días de destrucción y de
ceniza.

 

Carlos Penelas




  Fotografía de Emiliano Penelas                                         Gracias, Carlos Penelas.







Carlos Penelas nació en Buenos Aires el 9 de julio de 1946. Tiene una extensa trayectoria poética en la literatura. Su poesía fue saludada por Luis Franco, Raúl González Tuñón, Ricardo Molinari, Héctor Ciocchini, Ernesto Sábato, Juan L.Ortiz, María Elena Walsh, Osvaldo Bayer, Enrique Molina, Elvio Romero, Eduardo Blanco Amor, entre otros. Escribió, asimismo, ensayos literarios. Se pueden recordar: Los gallegos anarquistas en la Argentina, Conversaciones con Luis Franco, Diario interior de René Favaloro, Cuaderno del príncipe de Espenuca, Retratos, etc. Cursó estudios en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, donde siguió el profesorado en Letras. Cursó Historia del Arte y Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Colaborador de Propósitos, El contemporáneo, Bibliograma, Reconstruir, Pliego de Poesía, Diario Armenia, El Libertario, Diario Galicia, Diario Río Negro, La Vanguardia, La Prensa, Diario Nueva Rioja, revistas literarias nacionales y extranjeras, etc. Dictó conferencias en casi todo el país, centros culturales de la capital y del interior. Dictó conferencias en la Universidad de La Coruña, Cátedra de Literatura Latinoamericana y recorrió el país gallego. En la Universidad Autónoma de Madrid dictó una clase especial en la Cátedra de Literatura. Latinoamericana. Conferencias mesa redondas en ateneos y centros culturales en España, Chile, Uruguay. Realizó viajes culturales a Madrid, Barcelona, Londres, Edimburgo, París, Roma, Bruselas, La Habana, Montevideo, Amsterdam, Viena, Frankfurt, Praga, Budapest, Lisboa, Florencia, Venecia, Sicilia, etc.

 

 

--www.carlospenelas.com

                                                                        

TOCATA Y FUGA. BACH .Zhivka Baltadzhieva



Dentro de 100000 millones de años,
... aventado por la constante cosmológica de Einstein
(E = mc2) el Universo visible
habrá desaparecido en la luz enrojecida.
Todo estará más allá del horizonte de su mirada
y el alcance de su ardor. Solo mi ser
seguirá viéndote. Sigue viéndote. Te evoca. Te abraza. Existes.
Eres la realidad. Te cantan los pájaros en el pequeño jardín.
Oigo tus pasos
cruzar el amanecer de las incontables dimensiones. De pronto,

siento calor. 



Desde antes del Big Bang.





Zhivka Baltadzhieva






Nacida en Sofía (Bulgaria) en septiembre de 1947, Zhivka Baltadzhieva reside en Madrid desde hace unos cuantos años. Su infancia, que transcurrió en la ciudad de Sliven, en la Bulgaria central, no se libró de aquella terrible postguerra en la que Stalin dictaba su trágica y sanguinaria ley a los pueblos que quedaron sometidos a la influencia de la Unión Soviética: mucho se habla del Gulag en el interior de la URSS, pero muy poco se conoce todavía en el “Occidente burgués” de la brutal represión que se ejerció en otros países, como Bulgaria, Rumanía o Albania. Ella vivió ese terror en su propia familia y creció con el dolor y la terrible impotencia ante la separación de su padre, juzgado por el llamado Tribunal del Pueblo, encarcelado e internado sucesivamente en campos de trabajos forzados entre 1947 y 1974 por el régimen del todopoderoso Gueorgui Dimitrov, a quien en 1954 (tras un breve mandato del también estalinista Valko Chervenkov) sucedería como líder supremo de la entonces República Popular de Bulgaria Todor Zhivkov, cargo en el que se mantendría hasta la caída del régimen comunista, en 1989.

Después de licenciarse en Filología Búlgara y Rusa en la Universidad Sveti Kliment Ohridski de Sofía, y tras un largo periplo vital, Baltadzhieva llegó a España en 1990 y se doctoró en Filología Eslava y Lingüística Indoeuropea en la Universidad Complutense de Madrid, donde ejercería la docencia hasta su jubilación. Mientras tanto escribió varios libros de poesía, en búlgaro y en español: Plexo solar, Iluminación diurna, Poema ajeno, Pequeño poema extranjero, Al final del bosque verde, Mitologías apátridas, Nunca…; tradujo al español a algunos autores búlgaros, como Hristo Botev, Blaga Dimitrova o Antón Donchev, y al búlgaro la mayor parte de los poemas de Federico García Lorca, así como sus Comedias imposibles. En su magnífico poemario bilingüe (español y búlgaro) Fuga a lo real / Бягство в реалността Zhivka nos traslada a las regiones donde habita la poesía, con la difícil sencillez de quien es poeta. Un libro imprescindible que hay que leer.

http://transeuntenorte.blogspot.com.es/2013/03/zhivka-baltadzhieva-y-su-apremiante.html
        http://txtcarmina.blogspot.com.es/2012/09/4-zhivka-baltadzhieva.html

                           Gracias Zhivka Baltadzhieva y Carlos Morales del Coso.

3 abr 2013

LOS AÑOS DE TI A MI Paul Celán



De nuevo se ondula tu cabello cuando lloro.
Con el azul de tus ojos
cubres la mesa de nuestro amor: un lecho entre verano y otoño.
Bebemos lo criado por alguien que no era yo, ni tú, ni un tercero:
saboreamos algo vacío y último.


Nos vemos en los espejos del mar profundo y nos pasamos más deprisa las viandas:
la noche es la noche, comienza con la mañana,
me tiende junto a ti.





Paul Celán
Versión de José Luis Reina Palazón

CORONA Paul Celán



En mi mano el otoño come su hoja: somos amigos.
Extraemos el tiempo de las nueces 
y le enseñamos a caminar:
regresa el tiempo a la nuez.

En el espejo es domingo,
en el sueño se duerme,
la boca dice la verdad.

Mi ojo asciende al sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos palabras oscuras,
nos amamos como se aman amapola y memoria,
nos dormimos como el vino en los cuencos,
como el mar en el rayo sangriento de la luna.

Nos mantenemos abrazados en la ventana, nos ven desde la calle:
tiempo es de que se sepa,
tiempo es de que la piedra pueda florecer,
de que en la inquietud palpite un corazón.
Tiempo es de que sea tiempo.

Es tiempo. 



Paul Celán
De "La arena de las urnas" 1948
Versión de José Ángel Valente

ATARDECER EN EL SUR


2 abr 2013

NADIE Rose Auslander




Soy el rey Nadie
llevo mi tierra de nadie
en el bolsillo


Con mi pasoporte de extranjero
viajo de mar a mar


Agua, tus ojos
azules,
tus negros,
los incoloros


Mi pseudónimo
nadie
es legítimo


Nadie desconfía
de que yo sea el rey
y de que en mi bolsillo
lleve mi tierra apátrida





Rose Auslander

MI VENECIA Rose Auslander




Venecia
mi ciudad


La siento
de ola en ola
de puente en puente


Vivo
en cada palacio
del gran canal


Mis campanas
repican poemas


Mi Venecia
nunca se hunde



 

Rose Auslander