A partir de esta frase de Gilles Deleuze podemos ver que al devenir no se le pueden hacer trampas, no se lo puede anticipar para tenderle una emboscada Es algo que no se captura. Es otra cosa. Es algo que nos atraviesa.
12 dic 2024
de trampas
A partir de esta frase de Gilles Deleuze podemos ver que al devenir no se le pueden hacer trampas, no se lo puede anticipar para tenderle una emboscada Es algo que no se captura. Es otra cosa. Es algo que nos atraviesa.
11 dic 2024
Ultimos días
Son los últimos días de la herida.
¿Ves cómo cierra el margen,
la estrechez, el nacimiento?
Va hacia allí, regresa,
inscripción en la piedra.
¿Ves cómo altera el espacio?
¿Cómo atesora?
Algo del destierro habla sin temblar
debíamos sembrar,
que no quede silencio sin sembrar.
Sandra Figueroa
2020
7 dic 2024
Una hora
Yo pedía una hora más.
Tan sólo una en el mundo
para entrar
en la más profunda noche,
cuando los duendes
y fantasmas
despiertan la luz
de las palabras
rotas.
Pedía una hora,
una pequeña siquiera,
me fuera dada,
en contra del sonido
y el silencio.
En contra del mundo
el odio o el amor,
así pequeña como un puño
entre mis manos.
Porque justo ahora
en este invierno frío
colándose atrevido
entre mis huesos
ella venía
de lejos y de siempre
de allí de no sé qué lamento
entraba por mi ser
a interrogar
a buscarme.
Ella decía: ahora,
siempre,
habla, vamos, ven
por esta tierra,
surge como la hierba
como un muro a elevarse
entre los muros,
en esta hora final
y última ven,
dí tú la palabra
que no tienes.
Sandra Figueroa
Las cuerdas
Tocas las cuerdas del día,
te levantas como si lloviera.
pían más aún los pájaros,
después de la pandemia.
Habíamos sobrevivido,
y no nos dábamos cuenta.
27 nov 2024
Aco Šopov - Sol negro siempre
25 nov 2024
Preludio
Fuimos entrando con el último de los tiempos.
¿Pero qué oscuridad es ésta, que alumbra en los pasillos?
Sf
Prelude.
We were entering with the last of times.
But what darkness is this that illuminates the corridors?
sf
15 nov 2024
Andrea Bocelli & Brian May - Who Wants to live Forever
9 nov 2024
Meditación de Guitarra para Valencia - Carlos Pérez & Alejandro Drewes
15 oct 2024
22 sept 2024
Joan Baez
Sad eyed lady of the lowlands - Joan Baez
Into your eyes where the moonlight swims,
And your match-book songs and your gypsy hymns,
Who among them would try to impress you?
Sad-eyed lady of the lowlands,
Where the sad-eyed prophet says that no man comes,
My warehouse eyes, my Arabian drums,
Should I leave them by your gate,
Or, sad-eyed lady, should I wait?..."
16 sept 2024
15 sept 2024
Camel - Rajaz
4 ago 2024
Amanecer
X - Espace et silence
Voy hacia el muro.
Las palabras no dichas
reposan en el cálido templo de lo imposible.
Estarse allí como un náufrago
que olvida su nombre,
como si fuéramos el mismo mar
que habita al náufrago.
Entonces, la tempestad no será
el constante movimiento
sino la exactitud,
el destello de la vida.
Sandra Figueroa
27 jun 2024
Como tú. Leon Felipe- Dina Rot
15 jun 2024
Mi viejo, la escritura, la palabra.
Desde muy niña, había en casa un antiguo libro de poemas. Una inmensa antología de poesía del mundo, unas 300 páginas amarillentas, ahora sin algunas hojas y sin tapas. Estaba separado por secciones de poesía religiosa, humorística, amorosa, etc. Desde mis curiosos 8 años descubrí la poesía. Quedé totalmente admirada de la forma de escritura. Dios, tanto sentimiento allí, tanto apasionamiento y tristeza. Así empecé a leer poesía y fui abducida hasta la médula por Farewell, Bécquer, Juan Ramón, Lorca. Byron, Walt Whitman, Shakespeare.
Sigo ligada a aquellas pequeñas letras que, a esa edad, lograron que sintiera que estaba allí la verdad de la existencia; si había lo verdadero, ahí yacía. Y yo lo había descubierto, sin que nadie supiera. Me encerraba a leer casi escondida, entonces a los niños nos prohibían aquellos temas.
No había más cierto en el mundo que aquellas palabras que mostraban el interior de un ser humano. Y no había más valentía que aquella de transmitir tanta profundidad.
Cuando él, mi viejo, ya estaba muy enfermo y joven, cincuenta y pico, fui en avión a buscarlo para traerlo a Buenos Aires con mi familia, porque lo iban a operar.
Él sabía que ya no volvería nunca más a su casa en Rio gallegos. Se vistió elegante, como siempre. Cuidado. Hermoso. Quiso tomar un té, con la parsimonia inglesa de siempre. El avión iba a partir. Nosotros temblábamos sin poder pronunciar una palabra. También sabíamos que no volvería. Era el último viaje. Quiso tomar el té. “Que me espere el avión, sin mí no va a salir ” nos dijo, casi graciosamente como era su costumbre.
Y se sentó placido a saborear aquel ultimo té, en su mesa. Erguido, tranquilo, disfrutando. Luego le dijo a mi hermano ”andá arriba y traé… (al instante supe lo que era aquel “traé”) el libro que está en la biblioteca.” El presente instante de la herencia, allí en vivo, por única, por última vez.
Y era este viejo libro de poemas que me dio en la mano aquella tarde. Única herencia. Luego de terminar el té, caminamos apurados hacia la puerta para irnos, él se paró, tan erguido diosmio, tan entero, volteó hacia la puerta, mirando todo por última vez. Mi interior se quebró allí mismo, sin remedio posible.
El, de joven, 18 años, leía aquellos poemas y los subrayaba, poemas de amor, pensando en mi madre.
Continuo en aquel libro.
Aquellos poemas son mi interior, único lenguaje posible.
--.--
Otro recuerdo con mi viejo – él había crecido con la familia, algunos eran alemanes por los años 40 - en el sur, en el Hotel La Leona *, Tres Lagos, Pcia. De Santa Cruz, con una pequeña población alemana instalada desde 1910, y también con los indios tehuelches, nómades, que habitaban en carpas entre las matas y el desierto.
Bueno, no es casual esta anécdota. Él contaba que los indios se emborrachaban y se ponían a pelear, en el bar de los tíos alemanes a punta de cuchillos. Eran altos, rudos, vestidos solo con cueros por tanto frío en el sur. Entonces venía el tío Alfredo, muy rubio él, muy alto; y comenzaba a hablarle a los indios en alemán con su voz muy fuerte, y ellos sin comprender, pero escuchando aquel vozarrón inteligible, empezaban a reírse a carcajadas entre las borracheras y se olvidaban de las peleas.
--.--
Tal vez por eso nos trasladó una ingenua costumbre de la que no hace mucho tomé conciencia. Y era reírnos de las palabras. Él nos hacía chistes, al mostrar que cada palabra en realidad podía decir otra cosa; en medio de la solemnidad del habla, había una voz disonante o graciosa que sobresalía y desarmaba todo aquello, convirtiéndose en chiste, una gracia.
Por ejemplo, una conversación que decía la palabra poca, y el preguntaba ¿Boca? ¿Dijiste loca? ¿Quién dijo ronca? No recuerdo ahora, pero sé que nos reíamos de todo aquello. Me acostumbré a este ejercicio, escuchar no solo lo dicho, sino las resonancias, consonancias. Cualquier solemnidad podía terminar en estallido de risas. El lenguaje podía ser otra cosa. Una rotura en la lengua. Un hiato. Una cesura. La realidad ya no era tal. Siempre podía decirse otra cosa, ello también nos daba una secreta hermandad, un amparo, ya que teníamos aquel secreto que nadie tenía. Todo podía terminar en un chiste, una alegría, nada podía ser tan grave. Para la mayoría de las personas las palabras no escondían nada bajo ellas. Solo eran palabras, pero nadie se atrevería a darles vuelta como si fueran un abrigo, el cual usar del revés.
Luego ya crecida, adolescente, leyendo a Neruda, por ejemplo, la que me divertía con ellos era yo. Porque ellos reían de las palabras, de chistes, pero eran muy realistas. Entonces yo les leía una poesía al ombligo, o al caldillo de congrio. Y sus caras de espanto terminaban siendo lo más gracioso para mí.
--.--
Luego el otro tema, o fundamental para escribir; JG me dijo “Escribi sobre ello. Es interesante “. Pasa que, hasta los siete años, creo, yo estaba segura de que todos los seres nos entendíamos por medio del habla. Que éramos iguales. Que, si decíamos algo, los demás nos entendían claramente. Sabían lo que nos pasaba.
Sin embargo, a esa edad descubrí que podíamos hablar días enteros, pero qué decíamos. Todo el día hablábamos. De qué. De lo cotidiano, la comida, las cosas, los lugares las personas. Pero nadie sabía que pasaba en mi alma. Ni yo en el alma de otros. Teníamos verdades que ni siquiera podíamos transmitir. Acaso el otro podía entender mis sentimientos. Imposible. El otro era un extraño, un extranjero. Yo era una extranjera para el mundo. Ya nadie podría saber qué me pasaba, ni yo podía comunicarlo. Qué decir. Que tremenda decepción. Estábamos encerrados en un universo interior incomunicable.
O sea, nadie se entendía con nadie, pese a hablar continuamente. Recuerdo que con esos ocho o nueve años empecé una especie de huelga de hablar. Al darme cuenta de que lo que decía no era importante. Nadie decía lo fundamental. Nadie sabía lo que le pasaba al otro. En definitiva, estábamos mortalmente heridos de muerte y soledad. Fue tremendo descubrir aquello y creo que definitivamente me reenvió a la escritura. Junto con aquel libro de la herencia, tal vez descubrí que si había un modo de acercarse a otro ser era mediante la poesía. Nada más que ella podía contener en su interior los sentimientos , la verdad íntima de las personas.
Solo allí el alma vibraba, podía tomar tu corazón, descubrir como piedras las intimas palabras, como ríos, vertientes de pura verdad.
--.--
Pero luego de estos recuerdos voy a terminar con este poema, canción popular que tiene varias atribuciones sin saber a ciencia cierta el autor, pero circula de muchas maneras. Mi viejo, era feliz contándola de memoria a los niños, casi cantando con mucho histrionismo que hacía que lo miraran con enormes ojos asombrados de tanta verborragia alegre.
Así eran las palabras, ese juego, esa otra cosa.
Vamos al baile
Dijo el Fraile
_No tengo ganas
Dijo la Rana
_Invitaremos al León
Dijo el Ratón
_Pero es muy lejos
Dijo el conejo
_De aquí hay cien leguas
Dijo la yegua
_¿Por qué camino?
Dijo el zorrino
_No por el cerro
Les dijo el perro
_Ha de ser un rancho
Dijo El carancho
_No tiene alero
Dijo el jilguero
_No ha de tener luz
Dijo el avestruz
_Si hay un candil
Dijo el alguacil
_Ganaremos la delantera
dijo la Pantera
_Y ¿si me aburro?
Les dijo el burro
_Si hay muchachas
Dijo la vizcacha
_Todas son viejas
Dijo la Comadreja
_Dejemos la lata
Dijo la gata
_A que me enojo
Les dijo el piojo
_Voy por la loma
Dijo la paloma
_Me duele el cogote
Dijo el chilicote
_Tengo sarampión
Dijo el gorrión
_Me duele el callo
Dijo el caballo
_Me ha roto la uña
Dijo la chuña
_Y a mí un diente
Dijo la serpiente
_Se me caen las gafas
Gritó la jirafa
_No vienen mis hijas
Dijo la lagartija
_¡Ay que bochinche!
Dijo la chinche
_¡Ay qué macana!
Dijo la Iguana
14 jun 2024
Alejandro Drewes - Reinos en la niebla, una Antología Poética (1987-2024)
3 jun 2024
AHORA
Ahora que me voy
viene el tiempo a recordarme
la sucesión de los días.
Pero tengo hambre, no más.
Si el poema me eligiera
yo saldría hacia la luz
a empapelar mi voz
con su máscara incesante.
Sandra Figueroa
29 may 2024
Te dije
Te dije que no nombraras suficiente sombra.
Ahora ha oscurecido y no encontramos
dónde quedó la llave de la luz.
Te dije que era peligroso si llovía
y un aguacero nos cubriría de diluvios por tu culpa.
Te lo dije pero no hacés caso.
hasta pulverizarla en su unidad de furia.
¡Y vos que dale!
¿No ves que el barro alcanza ahora nuestros zapatos
y no podremos salir de su simiente de lobo?
Es claro, muy claro.
El siglo nos sobrecoge despiadadamente
y ya todo lo hemos dicho.
Temblar;
leve transcurso
una hoja
cayendo hacia el vacío.
Sandra Figueroa
Omega - Morente - Lorca-
Morente & Lagartija Nick "Omega"
17 may 2024
. La aurora de Nueva York- Enrique Morente. Vicente Amigo
La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno, la aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras, La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno, la aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras.. La aurora de Nueva York. poema de F. G. Lorca. Poeta en Nueva York
2017
9 may 2024
Viene una mujer
A Rosalba
Viene una mujer
nace a orillas del mar,
lleva el mar en sí.
Trae los hijos
que ahora pueblan los caminos.
Larga cabellera del mar
extendiéndose,
madre, madre tierra.
Ella viene a establecer:
a confundirse con el viento,
raíz y cuenca.
La palabra guía en el origen,
fundante.
En el centro somos eso:
Matria.
23 abr 2024
UNA VEZ
le oí,
lavaba el mundo,
sin ser visto, toda la noche,
realmente.
Uno e Infinito,
se destruyeron,
yoieron.
Luz fue. Salvación.
Paul Celán
(traducc. José Luis Reina Palazón)
18 abr 2024
Arianna Savall - Adoucit La Mélodie
15 abr 2024
Patria
A C.M
"¿Pero, cuánta patria necesita el ser humano?”, es la pregunta que se hace un judío también austriaco, Jean Améry, que tuvo que abandonar no solo el país de nacimiento, sino también su nombre y lengua materna para poder seguir sobrellevando la vida después del Holocausto.
La respuesta es clara, sencilla y concisa: “necesita tanta más patria cuanto menos pueda llevarse consigo”.
Como señala con acierto el profesor Eugenio Sánchez Bravo, “para un judío vienés cuya única patria era su profundo conocimiento de la cultura alemana el exilio fue una experiencia devastadora pues los nazis se apropiaron completamente de ella.
De repente, Améry, el judío, fue consciente de que jamás había tenido patria.
Una experiencia insuperable pues no puede crearse una nueva: esta será siempre la de la infancia y la juventud, la de la lengua materna”.
14 abr 2024
11 abr 2024
3 abr 2024
EN MEMORIA
aún el vuelo del séptimo
velo de luna en otoño
flotando sobre el estanque
el viento aquel y las flores
de loto, la sombra de una
página ardiendo tenaz
bajo los vastos incendios
de Alejandría, la huella
de pasos que va cubriendo
lentamente la nevada
en Herisau, el oscuro
bosque donde una muchacha
se ha perdido para siempre
la vasta heredad de un mar
del que han huido las sirenas
el humo de las fogatas
al límite del invierno
esta borrasca que inunda
los ojos –acaso niebla
que evoca pinares últimos-
Y todo eso que hablará
de nosotros, en memoria
AD
25 mar 2024
Ay Maricruz !
Estrella Morente | Ay, Maricruz!
Imperio Argentina - ¡Ay, Maricruz! (1935)
La saeta
la saeta por ot y antonio canales
24 mar 2024
Pequeña
que dejé aquí olvidada, dios mío,
ha florecido.
Sus leves tallos,
hicieron raíz
profunda.
Han pasado tantos días
y noches,
nuestro corazón furioso y triste
navegado montañas,
Las claras mañanas del sol
despiertan ahora suavemente;
si cierro los ojos
en una canción regresan
las últimas palabras
que no dijimos.
sf
2023
Jacob Gurevitsch - Melancolía - Buika
Se está durmiendo ya la Luna
Y sí, creo que a fin de cuentas merecemos ir
Lo mejor de todo en esta vida, vive
(Navegando a la deriva)
Letra Jacob Gurevitsch
2024
coordenadas...
19 mar 2024
XXII
venía la palabra.
Pero tampoco la palabra,
sino su sombra,
su musical silencio.
Entonces abrir la puerta
se parece al contorno,
el contorno se parece al centro.
Hasta allí entrábamos,
en puntas de pie, oyendo
inconsolables canciones del pasado.
Nosotros, serenos y de frente,
con la sangre, con el pensamiento,
con los ojos, con la materia de las palabras,
hilando, como si fuera un sueño,
en qué tendal, en qué mixtura del poema
debíamos operar
con el sabio bisturí del amor.
10 mar 2024
El último taller (intentando un texto)
En este último taller de julio en Madrid, un escritor sapientísimo, que por eso era el maestro, corregía nuestros escritos con la punta de una aguja.
De suerte pasé tan inadvertida que, sin saber mi nombre, jamás llegará a este breve texto.
Todos obedecíamos a las sagradas consignas, que nos arriesgaban en vértigo a escribir una rima, emulando Cervantes, Bécquer o Juan Ramón.
Mi latinoamericana inesperanza, no puso demasiadas expectativas en los resultados, ya que mi poesía dirigida nunca encuentra un camino. Tan pequeñas mis palabras, se retiran automáticamente cuando advierten una premisa, orden o parecido. Tan tímidas jamás osarían andar exponiéndose. Se callan. Como las conozco, no las fuerzo demasiado.
Pero los demás compañeros, especialmente las niñas, vieron desesperadamente hundirse los sueños de poeta. Aún recuerdo la carita de hundimiento de una de ellas, cuando el sapientísimo le dijo que lo que había escrito no era poesía."La luna brilla en la vereda, vereda que brilla en la noche, la luna. Y yo la miro desde la vereda."
Dios, cómo sostener aquella angustia durante las dos horas del taller. Entonces que es poesía dijo ella, que no tenía 15 años.
Todos hicimos silencio como si de un funeral se tratara. Cómo cerrar aquella herida. En sus ojos se veían las sombras cruzar una a una como temporales, tratando de mantener en el tiempo una compostura.
Los demás pudieron ir zafando entre románticos versos a la amada ausente, desesperados versos de amor incorregible.
Yo no recuerdo lo que pude escribir, pero sonaba casi como un canto, una oración, cómo sería de mala que ni la recuerdo.
Luego de tales humillaciones públicas, él impartió una especie de decálogo de escritura y me quedó vibrando hasta hoy la observación acerca de que el lector debe entender lo que dice el poema, a qué refiere. Que si hay que explicarlo entonces no es poema.
Tales premisas resonaron hondamente, pensé en mi amado Paul Celán, perecería nuevamente sobre el Sena.
Diosmío estos nuevos talleres llevan a ningún puerto.
sf